Mi lugar en el mundo

Punta del Este es mi lugar en el mundo. Desde chiquita paso mis vacaciones en Punta y tengo miles de recuerdos hermosos. La casa de mis abuelos, Papa Charlie, las hortensias, las puestas de sol, las Bridge, salidas con amigos, la Mansa, la Brava... AMO PUNTA DEL ESTE con todo mi corazón. Es el lugar donde pasé todas las vacaciones de mi vida y el lugar donde siempre me siento como en casa.

Punta del Este me vió crecer. Pasé ahí mi infancia, recuerdo los días en la playa. Mi mamá llevaba una heladerita llena de cosas y almorzábamos ahí, debajo de nuestra sombrilla amarilla. Era enorme y la podías ver desde cualquier parte de la playa. Jugaba con mis hermanos y con los demás chicos de la playa, casi siempre, los chicos del country y juntábamos caracoles para hacer pulseritas y después venderlas. Esperábamos con ansias al heladero (en esa época los helados eran de Smack y de Conaprole) y al señor que vendía barquillos.
A la tarde íbamos a Gorlero, a jugar a los jueguitos electrónicos (no existían la Play ni las Wii) y si estaba feo íbamos al Jaguel a andar a caballo.

Mi adolescencia ahí fue hermosa. Llena de amigos, me divertí, salí y me enamoré en Punta. Conocí mucha gente que hoy, años más tarde llegó a ser mi amiga. Todas las noches íbamos a pararnos a Las Vegas, una galería en frente de Chop Garden (hoy nada de eso existe) pero para que tengan una idea es en frente a Mc Donalds. Ahi nos juntábamos todos hasta las 4 o 5 de la mañana. A veces íbamos a bailar (BA, Calabaza, Space, La morocha) y cuando fuimos más grandes y manejábamos, íbamos a La Barra. 

Y ahora, de grande, poder ir con ustedes a Punta y ver que la pasamos tan bien en familia me hace feliz. Verlas correr por la playa, saltar en las camas saltarinas y esperar al heladero me llena el alma. Ojalá sean tan felices en esta hermosa ciudad como lo soy yo. Ojalá pueda transmitirles mi amor por este lugar y cuando recuerden sus vacaciones de chiquitas lo hagan con una sonrisa.