Adversidades

Esta no fue un buena semana. Aparecieron varios problemas, de distinto tipo, algunos graves otros no tantos, pero que todo junto hace que no sea una buena semana.
Me gustaria que ustedes vivan una vida libre de problemas, sin adversidades, me gustaria mantenerlas en una cajita de cristal, pero sé que eso es imposible.
Personalmente no soy muy buena frente a los conflictos. Doy la imagen de estar en perfecto control, pero no es asi. Y es que cualquier cosa que pueda afectar mi vida o la de mis afectos me descoloca.
A pesar de ello, a través de mis vivencia aprendi algunas cosas que intento recordar cada vez que me encuentro frente a una situación conflictiva y es lo único que puedo transmitirles.
Cuando aparece algún problema, lo mejor es tomarse todo con calma, no apresurarse. Las desiciones que tomamos en caliente lo más probable es que no sean las más acertadas. Por otro lado, es importante abordar el problema desde distinto angulos, dimensionarlo bien, informarse.
Incluso hay muchos problemas que se resuelven con tiempo. El tiempo es muy importante. Siempre recuerden: ¨Let´s cross the bridge when we reach the bridge¨.
Empiecen resolviendo los problemas uno a la vez, comenzando por los más simples primero y dejando lo más difícil para el final.
Busquen ayuda, pidan consejo a gente que sepa más que ustedes y dejense acompañar y consolar. Todo momento difícil se atraviesa mejor rodeado de afectos.
Por último, hay que tener en cuanta que es los problemas también son parte de la vida, y como dice mi mamá  ¨Al que vive cosas le pasan¨. Por eso, recuerden siempre que de todo problema y de toda adversidad tarde o temprano se sale y que de ella van a salir fortalecidas.

Mi lugar en el mundo

Punta del Este es mi lugar en el mundo. Desde chiquita paso mis vacaciones en Punta y tengo miles de recuerdos hermosos. La casa de mis abuelos, Papa Charlie, las hortensias, las puestas de sol, las Bridge, salidas con amigos, la Mansa, la Brava... AMO PUNTA DEL ESTE con todo mi corazón. Es el lugar donde pasé todas las vacaciones de mi vida y el lugar donde siempre me siento como en casa.

Punta del Este me vió crecer. Pasé ahí mi infancia, recuerdo los días en la playa. Mi mamá llevaba una heladerita llena de cosas y almorzábamos ahí, debajo de nuestra sombrilla amarilla. Era enorme y la podías ver desde cualquier parte de la playa. Jugaba con mis hermanos y con los demás chicos de la playa, casi siempre, los chicos del country y juntábamos caracoles para hacer pulseritas y después venderlas. Esperábamos con ansias al heladero (en esa época los helados eran de Smack y de Conaprole) y al señor que vendía barquillos.
A la tarde íbamos a Gorlero, a jugar a los jueguitos electrónicos (no existían la Play ni las Wii) y si estaba feo íbamos al Jaguel a andar a caballo.

Mi adolescencia ahí fue hermosa. Llena de amigos, me divertí, salí y me enamoré en Punta. Conocí mucha gente que hoy, años más tarde llegó a ser mi amiga. Todas las noches íbamos a pararnos a Las Vegas, una galería en frente de Chop Garden (hoy nada de eso existe) pero para que tengan una idea es en frente a Mc Donalds. Ahi nos juntábamos todos hasta las 4 o 5 de la mañana. A veces íbamos a bailar (BA, Calabaza, Space, La morocha) y cuando fuimos más grandes y manejábamos, íbamos a La Barra. 

Y ahora, de grande, poder ir con ustedes a Punta y ver que la pasamos tan bien en familia me hace feliz. Verlas correr por la playa, saltar en las camas saltarinas y esperar al heladero me llena el alma. Ojalá sean tan felices en esta hermosa ciudad como lo soy yo. Ojalá pueda transmitirles mi amor por este lugar y cuando recuerden sus vacaciones de chiquitas lo hagan con una sonrisa.

Por que hoy...

Siempre hay un día numero Uno. El día en que se empieza algo. El día Uno no tiene por que ser un lunes, o el 1 de enero. En este caso, mi blog empieza un sábado a la noche. Ustedes duermen y  me decidí a comenzar con este proyecto que hace tanto da vueltas en mi cabeza.

Quiero construir a través del tiempo un lugar en el que encuentren cosas bellas, que las inspire, que las haga sonreir, reflexionar, donde encuentren consuelo, y amor.

Un lugar al que puedan acceder desde cualquier lado y sentir a mamá con ustedes.

Unos años atrás, hubiese llenado un baúl de cosas, escrito cartas y pegado fotos y recortes. Bueno, hoy la tecnología me dá otras herramientas.

En este blog voy a contarles cosas de mi vida, mostrarles lo que me hace feliz, lo que me llena el alma. Espero que lo disfruten y que mi voz les llegue a través de mis palabras... las amo, Mamá.